Solo un Momento...

Solo un Momento...
Momentos de tristeza siempre habra pero la felicidad siempre hay que atesorarla

sábado, 1 de diciembre de 2012

Capitulo 2 - Felicidad

_Mandy_



Yo era feliz, tenia grandes amigas que me querían, un mejor amigo el cual solo veía en vacaciones debido a que él se había ido a estudiar en otro país, así que no nos era posible vernos seguido aunque de vez en cuando hablábamos por teléfono, yo tenia la alegría dentro sentía que si mantenía mi sonrisa sin importar que, la vida seria menos amarga. Ya había comenzado el segundo periodo, mi vida seguía igual, había obtenido buenos lugares en las calificaciones, esa tarde me había quedado a estudiar en la biblioteca, cuando Salí, era una tarde lluviosa me dirigí a tomar el transporte, solo había un asiento disponible, cuando voltee a ver a la persona que estaba a mi lado este me observaba, a pesar de que yo era tímida, le sostuve la mirada, sus ojos era oscuros y profundos, simplemente enigmáticos, entonces el hablo.
-       Este…ahmm te puedo haber una pregunta? Pero no te vayas a burlar. Su voz me saco de mi trance y solo pude asistir. Pero no te vayas a burlar. Me dijo con una sonrisa en el rostro. Es que me acabo de mudar, y no se en que parada bajarme esta es la dirección, sé que es un poco tonto, pero es que no estoy acostumbrado a andar en la calle así que no se me las rutas. Mire la dirección que traía en un papel.
-       Este…yo voy para el mismo lugar…bueno no a tu casa, pero yo vivo cerca de ahí
-       Enserio? Ah que alivio! Ah gracias por no reírte ah! Por cierto me llamo Matías y tú?
-       Me llamo…Mandy. No sabía si me escuchaba ya que mi voz era muy débil.
-       Ah que bonito nombre, me gusta!...oh por cierto tu y yo vamos a las mismas clases. Lo mire con cara de curiosidad tratando de recordar si lo había visto, y entonces lo recordé, lo había visto un par de veces.
-       Oh! Si creo que te eh visto
-       Como que crees? Ja es que soy tan común que no te acuerdas de mi?
-       Oh no no es eso, solo que no le pongo tanta atención a los demás, solo a mis amigas. Me sonrió, era una sonrisa cálida, no supe que decir así que me limite a sonreír igual que él.
-       Sabes la primera vez que te vi, fue en el periodo pasado, teníamos unas materias juntos, siempre te había querido hablar, pero no se, tal vez pensarías que soy extraño. Lo veía con curiosidad la verdad es que jamás le ponía atención a nada, ah casi se me pasaba la parada.
-       Oh aquí es donde te tienes que bajar. Me dispuse a bajar de las escaleras del transporte.
-        ah está es la bajada. Me dispuse a bajar, cuando ya estuve en la acera, camine con rumbo hacia mi casa
-       GRACIAS! Voltee, el agitaba la mano efusivamente, yo solo levante la mano, y voltee nuevamente, sentí como una sonrisa se dibujaba en mi rostro, aquel chico me inspiraba confianza, al día siguiente fue un día normal, mis amigas y yo siempre reíamos a veces sin ninguna razón, había quienes pensaban que estábamos locas y raras, y cuando estábamos en la cafetería aquel chico del día anterior paso, me vio y sonrió pero su sonrisa fue tan fugaz que no supe si de verdad fue una sonrisa, ese día y los que seguían me quede en la biblioteca de la escuela ya que se acercaba los exámenes, y está vez quería obtener un buen puntaje en la escuela, cuando salía la mayoría de los que estaban en la escuela ya se habían ido, aquel chico después de aquel día ya no nos volvimos a hablar, ni porque compartiéramos clases juntos, aunque tampoco me importaba, a veces deseaba pasar desapercibida para los demás, no quería volver a confiar en los demás, solo en mis amigas que me habían demostrado que en ellas si podía confiar.
Flashback:
Yo entraba a la recepción donde se llevaba a cabo la fiesta de despedida, estaba feliz y triste a la vez, llevaba un vestido de holganza en color azul Zafiro, cuando ya era tarde ella, me llevo a un lugar apartado
-       Te odio, sabes desde siempre te eh odiado, me hice tu amiga a ver si podía sacar algo bueno de ti, te eh odiado, porque te crees la muy buena, todos te quieren, siempre te va bien, los maestros siempre están contigo, ahora te lo puedo decir libremente, espero no volver a encontrarte nunca mas, adiós. No pronuncie nada, simplemente me quede callada, no podía creer que aquella chica que creí mi mejor amiga, me haya traicionado, no si fuera traición, ella tal vez en el principio hubiera sentido simpatía por mi, pero al parecer jamás sintió que yo había sido su amiga.
Fin flashback.
Mis días eran cansados, seguía estudiando con mis amigas, en los fines de semana trabajaba como voluntaria en un estudio de fotografía. Una tarde cuando iba caminando rumbo a la parada del transporte, mi celular sonó era  Jesús, mi mejor amigo que ahora se encontraba en el extranjero estudiando, cuando colgué, levante la vista y estaba aquel chico.
-       Wow, eres difícil de encontrar, a pesar de que estamos en las mismas clases, nunca puedo hablar contigo, y cuando te espero para ir juntos, nunca apareces. Estaba sorprendida es que acaso me estaba hablando, ¿Qué me esperaba? ¿para que?
-       ¿Me hablas a mí? El chico sonrió
-       Si, nos vamos. Extendió su mano, señalando hacia el transporte.
-       Oh si claro. Encontré un lugar vacío y me senté, él se sentó a mi lado.
-       Sabes todos los días espero por ti a ver si apareces, siempre mis pensamientos eran de que tu ya te habías ido, hasta ahora que tuve suerte. No sabia que es lo que quería este chico así que fui directo al grano
-       ¿Por qué lo haces?
-       ¿Qué cosa?
-       Esto… esperarme, ¿Por qué me esperas?
-       Ah, te lo dije antes ¿no?...oh creo que no…. Te dije que te había querido hablar desde antes, quiero ser tu amigo
-       mi amigo? Porque?
-        hay algo en ti que me es interesante, por eso, Mandy. Me sorprendió un poco que se acordara de mi nombre. Ah por si no te acuerdas me llamo...
-       Matías. Me miro con aquélla sonrisa suya y un brillo en los ojos.
-        te acuerdas
-        no eres el único que tiene buena memoria. Le dije, con un toque de petulancia en la voz, pero con una sonrisa en el rostro, Matías me hacia sentir confianza.
-       Tienes una bonita sonrisa, es enserio, no creas que te quiero enamorar, realmente es hermosa. Eso que me había dicho me había caído en seco.
Todos los días me esperaba en la parada del transporte para ir juntos, aunque en las clases no nos hablábamos, nuestra amistad se iba solidando cada día el sabia cosas de mi y yo de él, su vida era interesante, desde pequeño había vivido solo con su madre y era el menor de la familia, era muy simpático, con el al igual que con mis amigas podía confiar plenamente.
Una tarde, no lo vi en la parada del transporte, un mensaje había llegado a mi celular “no me esperes tardare un poco en salir”. Quería esperarlo, deseaba hablar con el, como siempre, espere pasaron dos trasportes, pero el no apareció así que en el tercer trasporte subí, no había asientos disponibles así que me fui parada. Pasaron varios minutos, otras personas subieron y todos iban muy amontonados.
-       Al parecer no me escuchaste cuando te dije que no quería volverte a ver. Esa voz, la voz de la que creía mi mejor amiga, de nuevo me quede sin habla, no pude pronunciar nada durante varios minutos.
-       Lo siento. Realmente lo sentía, hacerla sentir mal, pero es que acaso era mi culpa, porque sentía yo el dolor, pedí la bajada, camine lo que me faltaba, mi mirada estaba perdida.
-       Estas bien, que tienes? Te pasa algo?. Alce la vista, veía todo borroso, era debido a mis lagrimas, solo agite la cabeza para decir “no”, pero una lagrima traicionera recorrió mi mejilla. ¿Qué tienes? Me pregunto, pero ahora no conteste, sentía que si hablaba mi voz se iba a quebrar, ahora mis lágrimas recorrían fluidamente sobre mis mejillas, entonces sentí los cálidos brazos de Matías alrededor de mí. Todo estará bien, si no me quieres decir no importa, sabes que yo estaré aquí para ti. Nos sentamos en una banca, cuando mis lágrimas ya no salían mas me limpie el rostro.
-       Gracias
-       No, no tienes que agradecerme, soy tu amigo siempre estaré aquí. Su brazo volvió a rodearme, apoye mi cabeza en su hombro, adoraba su aroma, me reconfortaba, y ahora ya no me sentía infeliz, nuestra amistad había subido otro escalón mas...lo sabia y estaba, el no insistió en saber la causa de mi tristeza y por dentro estaba tan agradecida.
-        oh por cierto, que haces aquí? no se suponía que estabas en la escuela?
-        ah...eso.../su rostro se enrojeció un poco, se veía encantador/...feliz 1 año de amistad! extendió la mano de el salía un globo de helio, me quede sorprendida, que rápido pasaba el tiempo, ya llevábamos un año desde aquélla vez que lo encontraba esperándome en la parada.
-        oh es enserio...a que mala memoria tengo!
-        ah mi niña, hace un año me dijiste que tenías tan buena memoria. Reímos juntos ante tal recuerdo.
-       Ya solo faltaban 6 meses para que acabáramos la escuela, ya nos íbamos a graduar, yo seguía tan feliz con mis amigos, cada vacaciones veía a mi mejor amigo Jesús, Matías y yo nunca pensamos que nuestra amistad iba a durar tanto, había tanta confianza entre nosotros, él iba a mi casa, entraba como un miembro mas, saludaba a mis padres e iba directo al refrigerador y yo iba a su casa, recuerdo una vez cuando fui, su hermana me abrió la puerta y me dijo que el seguía dormido, fui a su cuarto, lo vi ahí dormido tan tierno, pero tenia que levantarlo, lo trate de levantar de tantas maneras y el ni se inmutaba, fui a la cocina por un vaso de agua, volví a su cuarto y lo amenace que si no se levantaba le aventaría el agua, él no me hizo caso y tomo mi mano y me atrajo hacia él, entonces cuando me Jalo el agua cayo sobre el, se levanto tan repentinamente que cayo al suelo, ese día había sido tan divertido, como nunca había sido, realmente nos teníamos tanta confianza.
Siguiente Capitulo 3

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